Para realizar una gestión óptima de su patrimonio marcamos primero los objetivos de inversión: rentabilidad y riesgo y las restricciones: tiempo, impuestos, liquidez, legalidad… Teniendo en cuenta dos variables fundamentales: el capital humano, que es el dinero que va a ganar una persona a lo largo de su vida y el capital financiero, que es el patrimonio actual de una persona.
Tres pasos nos acercan a una gestión óptima :
Balance del cliente
Lo que tenemos.
En esta primera fase, se trata de recopilar la máxima información del cliente para después hacer una proyección de los futuros ingresos y gastos.
Objetivos
Lo que queremos.
Definimos y marcamos un objetivo realista con nuestros clientes.
Plan financiero
Para cumplir con los objetivos del cliente, se diseña un plan de recolocación de activos, invirtiendo o desinvirtiendo en los diferentes activos del cliente.